Es la lucha diaria, tu lucha
para amanecer tendido bajo el canto
temprano de los mirlos;
cada día, cada levantar la mirada
después de que el dolor te cierra los
ojos,,,
Esa es tu pasión única, el gesto
privilegiado
que tiende su mano para levantarte de
nuevo.
Es tu lucha, te lo dicen y te lo
repiten,
como un coro cerrado que siempre te
canta
la misma canción que ya no quieres ni
oir siquiera.
Pero ya es tarde,
ya los mirlos también son culpables
y te repiten, insistentes,
una letanía incansable y moribunda.
Tú morirás un día cualquiera
oyendo este canto triste de los pájaros
que un día cantaron contigo
el aire limpio y alto del amor,
y de la vida …
Pepe García Resille
Los mirlos cantan conmigo
Hospital, 24 de febrero de 2016